Y NADA MÁS
De aquellas mañanas con Sol,
ahora quedan tus cenizas derrotadas
que naufragan por un mar
buscando un rumbo en el que descansar.
Ahora te encuentras sin luz.
Hay que remendar el velero sin rumbo
en el que vas perdido como un capitán tuerto
con su timón torcido
en un mar infinito .
Tu tristeza se esconde entre la arena seca
que envuelve la mirada de la Luna
y que soporta el amargo sabor del amor
y nada más…
sólo el amargo sabor del amor.