Esta es una región árida, seca, escabrosa, de baja población con un clima que puede cambiar en sólo cinco minutos, lluvia, nieve, sol, vientos de hasta 60 mph.
La ciudad de Calafate recibe su nombre de la baya calafate, que una vez consumida garantiza que uno va a regresar a Patagonia. Ahora sabíamos que, si nos perdíamos algo en nuestro viaje, algún día retornaríamos para ver todo lo que hay para ver. Visitámos el Glaciar Perito Moreno en el Parque Nacional Los Glaciares. Fue nuestro primer contacto con los glaciares patagónicos. Nos dijeron que este glaciar continúa expandiéndose. Que bueno escuchar esto, cuando la mayoría de los glaciares en el mundo se están comprimiendo. Hay pasarelas desde la base del glaciar que lo cruzan y permiten disfrutarlo plenamente.
Nos prometieron caminatas, glaciares y animales únicos mientras navegamos hacia “el fin del mundo”. Esto significó cruzar el legendario Estrecho de Magallanes, el Cabo de Hornos y la remota Isla de Tierra del Fuego. Las vistas eran asombrosas.
Nuestro crucero terminó en el fin del mundo, Ushuaia. Pasamos la tarde allí y luego tomamos el vuelo de regreso a Buenos Aires.
Por : Maureen y Ed Rogers
And then there is the bottom of the world…Patagonia
Y luego está el fin del mundo…Patagonia
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