Military Review Edición Hispano-americana Enero-Febrero 2014 | Page 34
de la corporación RAND escribe lo siguiente: Un
verdadero adversario híbrido podrá enfrentar
fuerzas militares opositoras desde una distancia
considerable y obligarlas a luchar a través de un
área de enfrentamiento extendido hasta llegar al
combate cercano.4 Además, emplearán distintas
capacidades que incluyen medios cibernéticos,
medios de comunicación social, comunicaciones
protegidas, crimen organizado en redes transnacionales y tecnologías avanzadas tales como los
vehículos aéreos no tripulados (UAV, por sus siglas
en inglés). En el futuro, hasta pueden usar robots.
No solo contarán con estas capacidades, sino
que también serán competentes en su uso. Este
“nivel medio” de capacidades —menos que las de
las fuerzas armadas de un estado moderno, más
que las de una fuerza guerrillera o insurgente,
con aspectos de ambas— hace complejas las
organizaciones de amenaza híbrida para las fuerzas
armadas avanzadas del Occidente.5 Las organizaciones híbridas mantienen un carácter celular
y relativamente inconexo. Mantienen estrechos
vínculos con la población que hace muy difícil
derrotar a la insurgencia, el terrorismo y al crimen
organizado. Sus capacidades de combate avanzadas las hacen más que iguales si se comparan con
muchas fuerzas militares que no están equipadas
o entrenadas para la guerra de fuegos y maniobra
de armas combinadas conjuntas modernas.6
Estas organizaciones de amenaza híbrida no
simplemente nacen, sino que se desarrollan y
evolucionan de manera específica y previsible. La
idea de una progresión evolutiva de desarrollo para
los grupos armados no es nueva. Peter Underwood
aborda el tema de esta evolución en su estudio
titulado Piratas, vikingos y caballeros teutónicos.
En el mismo se descubre que los grupos armados
pueden avanzar a lo largo de un espectro desde
pandillas mínimamente organizadas motivadas
por la ganancia fácil en un extremo, hasta militantes sumamente organizados impulsados por
la ideología fanática de otro.
En medio de estos dos extremos se encuentra un
espectro de progresión en el cual un grupo armado
gradualmente llegará a estar menos centrado en
la búsqueda de ganancias a corto plazo. El grupo
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armado llegará a estar más centrado en el logro del
poder político y capacidad militar para promulgar
mejor sus ideales. Underwood se refiere a esto
como un proceso de “maduración”. También
descubre que los grupos no pueden avanzar a lo
largo de dicho espectro sin el apoyo de un poder
político establecido —en los tiempos modernos,
un patrocinador estatal.7
Capacidades
Con el fin de operar como una amenaza híbrida,
una organización necesita tener, como mínimo,
algunas de las capacidades de una fuerza armada
convencional moderna. En relación con este
estudio, se adscribe al grupo la posesión de una
capacidad si cuenta con lo siguiente:
Un tipo concreto de arma o tecnología
en grandes números, V.gr., misiles antitanques
guiados (ATGM, por sus siglas en inglés, o un
sistema de defensa antiaérea portátil (MANPADS,
por sus siglas en inglés).
El entrenamiento para usarlos eficazmente.
La capacidad de mantener la sostenibilidad.
Por ejemplo, grupos con una gran cantidad
de ATGM deben también poder eficazmente
preparar, apuntar y disparar las arm