Las estadísticas demuestran que viajar
a contramarcha es hasta cinco veces
más seguro, pero la falta de información
al respecto y los falsos mitos sobre las
sillas ACM siguen siendo una barrera
para la implantación generalizada de
este tipo de sistemas de seguridad.
E
l profesor sueco Bertil
Aldman, preocupado por
la alta mortalidad de los
niños en los accidentes
de tráfico, desarrolló en
los años 60 un estudio sobre la siniestralidad en las carreteras de su
país. Basándose en la posición en la
que amerizaban los astronautas de
la “Misión Gemini”, es decir, en el
sentido contrario a la marcha, Aldman consideró que ésta podría ser
la forma más eficaz de conseguir
mayor seguridad para los niños en
sus viajes en coche. Así, en 1963 el
profesor diseñaba el primer prototipo de silla a contramarcha y dos
años más tarde (1965) la marca KLIPPAN lanzaba al mercado la primera silla infantil de coche para ser anclada al asiento delantero de
espaldas a la marcha. Durante los
años posteriores, a pesar de no ser
obligatorio, fabricantes como Volvo
o Saab fueron introduciendo la silla
de automóvil infantil como un accesorio más.
más seguro es que nuestros hijos
viajen no sólo en una silla adaptada
para ellos, sino que lo hagan en el
sentido contrario a la marcha durante el mayor tiempo posible.
POR QUÉ VIAJAR
A CONTRAMARCHA
Viajar en el sentido contrario a la
marcha es la única manera de conseguir evitar lesiones. En niños,
pero también en adultos. “Dada la
fragilidad de los niños y la poca resistencia a impactos, presiones y
estiramientos, la posición a contramarcha es la única que garantiza al
100% su seguridad”, nos explica
Cristina Barroso, fundadora de la
Gracias a este profesor sueco, hoy
en día todos los países de Europa
estamos obligados a llevar a los niños con sistemas de retención dentro del coche pero, aún, sólo unos
pocos somos conscientes de que lo
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mama
• NOVIEMBRE 2015
iniciativa A contramarcha, que busca dar respuesta a la gran demanda
de información sobre la seguridad
de los niños en el automóvil.
Los padres buscamos información de todo tipo: alimentación,
educación, sueño, etc. Como bien
explica Cristina, “estamos en un
momento en el que la información
se busca y se comparte de unos a
otros y la seguridad en el automóvil
está dentro de ese foco de interés”.
El problema, apunta, es que “en la
mayoría de los casos se recurre a la
fuente equivocada y por tanto, la
información nos llega de manera
sesgada y poco rigurosa”.